Miami, siempre hay algo nuevo bajo el sol.
Miami, Florida en los Estados Unidos es una
ciudad que hace honor a su apelativo de Capital del Sol, puesto que el astro
rey domina durante todo el año en esta hermosa y vibrante ciudad que también es
conocida como la capital de las Américas.
La ciudad fue un destino turístico que empezó a
deslumbrar a los turistas norteamericanos a comienzos de los años 20 en el
pasado siglo, cuando el ferrocarril conectó a Miami con las principales vías
férreas del norte y del este de los Estados Unidos.
Fue en ese momento cuando más de uno de los
visitantes empezó a enamorarse del lugar, y comenzaron a trasladarse a vivir a
la pequeña población, que se fue transformando, poco a poco, en una ciudad con
distintos proyectos urbanísticos y hoteleros.
Entre ellos se destacan Miami Beach, la cual es
una isla que fue conectada al continente por una serie de puentes, que
facilitaron su desarrollo turístico. Fue precisamente en South Beach, donde los
grandes hoteles desarrollaron la arquitectura Art Decó, la cual convirtió la
desolada playa, en una zona donde el turismo y el glamour de la época se
citaron para convertir a Miami en la meca para los viajeros de lujo.
Eran los tiempos de los hidroaviones de
Panamerican, que volaban desde el rio Hudson en New York y amarizaban en la
bahía de Biscayne, dándole un toque mágico al viaje de los pasajeros que desde
ese momento se sentían en un lugar tropical y caluroso con una belleza natural
inigualable y lujos por doquier.
Fueron tiempos buenos para Miami, hasta que la
gran depresión de los años 30 sumió al país y por ende a la ciudad, en una
triste desolación. El lujo de los grandes hoteles fue desapareciendo a medida
que los turistas dejaban de llegar al paraíso tropical de los Estados Unidos.
Pero las vueltas que da el destino le llegaron
también a la ciudad, al estallar la segunda guerra mundial. La guerra que fue
desastrosa para la economía de muchos fue beneficiosa para Miami, ya que gran
cantidad de las nuevas tropas hicieron su entrenamiento en Miami Beach,
utilizando como barracas de lujo, la gran cantidad de hoteles que ya amenazaban
ruina.
Estos combatientes llegaron después de la
guerra a formar nuevos hogares, y más de uno se decidió por cambiar su lugar de
origen por aquel paraíso, donde todo el año era un eterno verano. Fue así como
Miami volvió a crecer y como el lugar que sólo vivía de los turistas empezó a
acoger nuevas actividades productivas.
Al mismo tiempo grandes artistas se enamoraron
de Miami y la ciudad estuvo de nuevo en el foco de la atención del público por
culpa de nombres como Elvis Presley, Frank Sinatra, Dean Martin y Jackie
Gleason quien hacía su programa diario de televisión en vivo desde Miami Beach.
Y luego a comienzos de los años 60, a causa de
la revolución cubana, Miami recibió a más de 450 mil exiliados que llegaron a
esta ciudad, debido a que se asemejaba al clima de la isla de la cual
forzosamente habían salido y se sentían más cerca de su patria. Esto hizo que
Miami se transformara nuevamente en otra ciudad con otro idioma; ya no era sólo
el inglés sino el español también era parte del día a día de Miami. La comida y
las costumbres también se fusionaron. Los supermercados ofrecían productos
novedosos para los norteamericanos, como la yuca o los frijoles negros.
Al mismo tiempo Latinoamérica también veía en
esta ciudad una puerta de entrada al sueño americano promocionado por el cine y
la televisión. En los años 70, con una alta población cubana, Miami comenzó a
recibir inmigración de otros países de Latinoamérica; colombianos y
nicaragüenses llegaron con expectativas y sueños.
Y fue en esa década cuando el narcotráfico hizo
su aparición como parte del paisaje, la economía ficticia hizo que los bancos
proliferaran, las ventas de artículos de lujo se multiplicaran y los crímenes y
homicidios ascendieran. Esta época fue recreada por el cine en películas como
Scarface (Caracortada), en la cual también se relata como más de 700 mil
cubanos ingresan a la ciudad a raíz de la apertura del puerto del Mariel por
parte del gobierno cubano de Fidel Castro.
Los años 80 fueron marcados por el sino del
narcotráfico y la cocaína era parte vital de las finanzas de la ciudad. Los
carteles colombianos ingresaron toneladas de cocaína e inyectaron millones de
dólares a la economía local, tanto que se dice que ciertas zonas de la ciudad,
como Brickell, fueron construidas con dineros mal habidos. Los asesinatos y las
guerras entre carteles colombianos y cubanos hicieron que Miami fuera el lugar
más peligroso de los Estados Unidos, tanto así que la revista TIME publicó una
carátula y un especial sobre el “Lost Paradise” (El paraíso perdido).
En los ochentas, Miami continúa su decadencia,
acompañada de la opulencia del negocio de las drogas. La famosa serie de
televisión Miami Vice mostró en televisión a todo el mundo como el paraíso era
toda una perdición.
La otrora famosa South Beach se llenaba de
desamparados y pensionados de escasos recursos quienes vivían en los anteriormente
lujosos y famosos hoteles. Sin embargo, hubo inversionistas atraídos hacia ese
sector de la playa y planearon una renovación total de la zona, que implicaba
derrumbar y construir nuevas torres de edificios y construir una nueva Miami
Beach, más moderna y menos clásica.
Pero a esta pretensión se le atravesaron unos
visionarios que impidieron que las bolas de hierro destrozaran la historia y
lograron que el gobierno federal de Estados Unidos, denominara esta zona como Distrito Art Decó, impidiendo
el derrumbe de los edificios y estimulando la renovación de los mismos, con
estímulos fiscales y créditos blandos. Y fue un éxito completo, calles como
Ocean Drive, se volvieron famosas en el mundo entero. Lincoln Road se volvió la
calle peatonal más reconocida de Estados Unidos, hoteles como el Delano
atrajeron a miles de turistas así como hoteles clásicos renovados, como el
Fountaineblue o el Eden Rock volvieron a ser centro de atracción mundial.
Al mismo tiempo el aeropuerto de Miami se
expandía y se convertía en uno de los de mayor movimiento de carga y pasajeros
del mundo.
Los años 90 vieron como Miami Beach renacía de
nuevo y como los grandes artistas volvían a visitarla, y con ellos multitud de
turistas. Los nuevos inmigrantes de toda Latinoamérica también hicieron crecer
exponencialmente la población. El narcotráfico fue perdiendo la batalla y la
economía legal y el turismo hicieron crecer a Miami como nunca antes. En el
siglo 21, Miami y sus playas es el destino preferido en los Estados Unidos y es
considerada de manera no oficial, como la capital de las Américas.
Miami es una ciudad para visitar como turista;
porque ofrece un crisol de culturas que sólo se puede sentir en el condado
Dade, tiene un clima cálido durante la mayor parte del año, excelentes centros
comerciales, es un reconocido centro de negocios internacionales, playas
divinas, atracciones espectaculares, eventos de talla mundial, convenciones,
sensacionales restaurantes, grandes artistas siempre la visitan y siempre hay
sorpresas.
Venga a Miami, y recuerde que siempre volverá
porque cada vez que venga, serán unas vacaciones que nunca olvidará.
PERIODISTA: NÉSTOR MELÉNDEZ SOLER
1-305-8342447
melendeznestor@yahoo.com
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